Médicos y cirujanos
Violencia contra la mujer: las cicatrices que no se curan

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6 meses agoon
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RedazioneLas mujeres que sobreviven a la violencia tienen que operarse para volver a la normalidad. En Italia, el año pasado fueron asesinadas 125 mujeres, 68 de ellas víctimas de sus parejas o ex.
Hablamos de este complejo tema con el Dr. Giorgio Merlino, director del departamento de cirugía plástica, cirugía de la mano y microcirugía del Hospital Maria Vittoria de Turín, que hace año y medio realizó una compleja operación a una mujer víctima de violencia por parte de su pareja. El cirujano explicó cómo en cirugía se operan los traumatismos de forma estándar, pero en estos casos, tras la operación, se activa un tratamiento para seguir a la paciente en su totalidad.
Se trataba de una lesión especialmente compleja porque la señora había sido agredida con cristales y presentaba cortes profundos en la mejilla. Estas heridas interrumpían el nervio facial, que inerva todos los músculos de la cara. Es el nervio que nos permite sonreír, fruncir el ceño y apretar los párpados.
La agresión comprometió la movilidad de la cara de la mujer. La operación se efectuó de urgencia y también fue bastante larga. La operación se ejecuto bajo el microscopio porque las estructuras que había que operar eran muy pequeñas y había que volver a suturarlas. El resultado de la operación nunca es inmediato, hay que esperar de 6 a 8 meses porque el nervio necesita bastante tiempo para regenerarse.
Es bastante frecuente que se produzcan estos hechos, y en este caso el resultado de la operación fue bastante positivo.
Cuando se producen lesiones importantes con fractura de secciones nerviosas causadas por quemaduras, cáusticos ácidos u objetos contundentes, no es cuestión de someterse o no a una intervención quirúrgica. De hecho, en muchos casos es muy necesario someterse a la operación. Está claro que a estas señoras les da miedo que las operen, pero tienen que operarse.
El procedimiento quirúrgico no difiere mucho del que se sigue para otros traumatismos. De todos modos, es obvio que en estos casos se activan una serie de contactos y realidades para ayudar al paciente también desde el punto de vista psicológico. En el mismo hospital, se activan psicólogos y centros sociales para seguir a la paciente desde un punto de vista más global.
Con frecuencia surgen problemas con el acceso de los familiares cuando estas personas están hospitalizadas. A veces el agresor también quiere visitar a la paciente, lo que crea problemas legales que hay que resolver caso por caso.
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