Psicooncología
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9 meses agoon
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RedazioneUn contexto acogedor, preparado y dispuesto a responder eficazmente a las necesidades del paciente le permitirá superar las dificultades asociadas a la enfermedad, al tiempo que favorecerá las emociones positivas
Monica Agnesone, psicóloga y psicoterapeuta responsable de psicología empresarial en la ASL Ciudad de Turín.
El cáncer es una de las enfermedades más devastadoras que se conocen. Independientemente del órgano afectado, el cáncer destruye el cuerpo y sólo puede tratarse con largas terapias farmacológicas o con complejas intervenciones quirúrgicas.
El cáncer también afecta a la mente, tanto del paciente como de su cuidador. Precisamente por eso existe la psicooncología, una especialidad llevada a cabo por psicoterapeutas expertos.. Marco Gonella, psicólogo especializado en psicología clínica oncológica y psicoterapeuta en la ASL Ciudad de Turín, y Monica Agnesone, psicoterapeuta responsable de psicología empresarial en la ASL Ciudad de Turín, hablan de su experiencia en psicooncología y de cómo ayudar a los enfermos de cáncer a vivir con serenidad la enfermedad y sus afectos.
La importancia de un paciente bien informado

«El individuo y la enfermedad deben considerarse como sistemas complejos, es decir, como conjuntos de elementos que se influyen mutuamente de forma constante», explica Gonella. De hecho, ahora se ha demostrado que el cáncer es una enfermedad que no sólo daña el cuerpo, sino también la psique y las relaciones sociales del paciente. El miedo, por ejemplo, es uno de los sentimientos más devastadores que afectan a quienes padecen esta enfermedad. El temor a no disponer de recursos suficientes para comprender la enfermedad es uno de los síntomas psicológicos más comunes con los que se encuentra el psicólogo.
Por ello, cada vez es más frecuente encontrar en las salas de oncología psicoterapeutas dispuestos a seguir a los pacientes a lo largo de todo su recorrido, desde el diagnóstico inicial hasta el postoperatorio. El miedo a la recaída y a un futuro incierto es una constante en los afectados por el cáncer, y cuanto mayor es, más angustia emocional puede provocar sufrimiento, traumas y depresión. «Tener cáncer significa asumir la propia fragilidad y el miedo a no superarlo» añade Agnesone.
El apoyo psicológico en estos casos tiene como objetivo informar al paciente durante todo el tratamiento, incluido posiblemente el periodo de cuidados paliativos, porque el bienestar de la persona debe ser siempre lo primero. La información es la herramienta para ayudar a los enfermos de cáncer a comprender todos los cambios que provoca la enfermedad. « Así, las señales del propio cuerpo se hacen progresivamente más legibles y controlables, y el paciente puede entenderlo como un recurso y ya no como algo que escapa a su control» continúa Gonella.
Mente y cuerpo, el apoyo de la psicooncología

El cáncer puede afectar a cualquier órgano y, aunque algunos pueden extirparse con una sola intervención quirúrgica, otros necesitan tratamientos mucho más invasivos que dejan secuelas físicas y mentales devastadoras. Corresponde a la psicooncología encontrar el tratamiento adecuado para cada individuo.
Por ejemplo, el cáncer de mama no sólo tiene un curso muy largo con posibilidad de recidiva, sino que además requiere cirugía en un órgano muy delicado. «Los cambios físicos ponen en entredicho la imagen que se tiene de uno mismo» afirma Agnesone. «A menudo el cuerpo se convierte en un enemigo, algo que uno ya no reconoce como propio. El tratamiento quirúrgico del cáncer de mama es reconocido entonces por las pacientes como una experiencia dolorosa y difícil de aceptar, como una mutilación».
Sentirse “desconectada” del propio cuerpo aumenta las preocupaciones aumenta las preocupaciones de quienes ya están en crisis, y puesto que el físico está inextricablemente ligado a la mente, también conviene trabajar la imagen que se tiene de sí misma. «Las mujeres pueden llegar a vivir insatisfechas, a sentirse privadas de su feminidad y de su identidad sexual» prosigue Gonella. «Un’immagine di sé negativa può portare poi a comportamenti dannosi per la salute. Una imagen negativa de sí misma puede conducir entonces a comportamientos perjudiciales para la salud».
La solución, además del apoyo psicológico, es un programa de intervenciones estéticas que restauren la identidad física. «Estar a gusto con el propio cuerpo, con la ropa y sentirse atractivo son dimensiones de la autoimagen que se ven gravemente afectadas por la enfermedad», explica Gonella. «Las intervenciones de cuidados estéticos son importantes para el bienestar psicofísico de los pacientes, ya que favorecen una mejor adaptación a la enfermedad».
La familia y los cuidadores como apoyo a los enfermos de cáncer
Al ser una enfermedad totalizadora, el cáncer también supone una carga para las familias y los cuidadores de los enfermos. «El diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad no sólo suponen una carga para el paciente, sino también para toda su familia», explica Gonella. «El cuidado de los familiares, por tanto, no sólo afecta a las fases agudas de la enfermedad, sino que se extiende a lo largo de todo el tratamiento». Los familiares que cuidan de sus seres queridos se encuentran a menudo en situaciones difíciles para las que no están preparados. Enfrentarse a una tarea tan onerosa sin ningún tipo de información corre el riesgo de perturbar su vida cotidiana, llegando incluso a provocar la aparición de trastornos depresivos y de ansiedad. Esto se refleja después en el paciente, aumentando las experiencias traumáticas y los casos de suicidio. El peor caso es cuando la unidad familiar está compuesta por personas frágiles e incapaces de soportar la carga de la enfermedad del familiar, como niños, ancianos o discapacitados.
Afortunadamente, el sistema sanitario ha tomado medidas para apoyar a las familias afectadas por esta grave enfermedad, y la psicooncología está a la vanguardia. «Para apoyar a las familias de enfermos de cáncer, la Red Oncológica del Piamonte y el Valle de Aosta ha activado desde 2002 el Proyecto de Protección de Familias Frágiles (PPFF)» interviene Agnesone. El objetivo del PPFF es ofrecer ayuda psicológica a las familias con mayor riesgo de desestabilización a causa de la enfermedad, como las extracomunitarias, con niños o ancianos a cargo, o con familiares discapacitados.
En caso de que la evolución de la enfermedad sea negativa, la psicooncología también se ocupa de ayudar a los familiares a metabolizar el duelo y simplificar todas las tareas propias de la situación (como la organización del funeral o la lectura de la herencia). Para ello, el Proyecto implica a profesionales sanitarios y no sanitarios para ofrecer un servicio integral de apoyo concreto. «Son muchos los recursos que el PPFF pone a disposición del paciente y su familia, entre ellos el acompañamiento de la unidad familiar por diversas figuras profesionales» continúa Agnesone, evidenziando la importancia de un apoyo integral.
Cómo ayudar al enfermo de cáncer
Quienes se encuentran con un diagnóstico tan grave a menudo atraviesan grandes dificultades: desilusión ante el futuro, baja autoestima, una relación distorsionada con su cuerpo y síntomas de ansiedad o depresión son habituales en los pacientes de cáncer. Al tratarse de una enfermedad que lo abarca todo, son necesarias diversas intervenciones de apoyo físico, estético y psicológico.
«Los programas de tratamientos estéticos para enfermos de cáncer dentro de los hospitales podrían ayudar a los pacientes a sobrellevar los efectos secundarios de la enfermedad, los tratamientos y la cirugía, ayudándoles a mejorar su imagen corporal» señala Agnesone. «La alopecia y los cambios cutáneos inducidos por la quimioterapia y la cirugía generan malestar emocional y psicosocial», interviene a continuación Gonella, que subraya cómo la imagen distorsionada del propio cuerpo es fuente de profundas crisis.
Los psicólogos no olvidan, sin embargo, el pilar sobre el que se asienta la imagen corporal: la mente. «Es importante incluir intervenciones psicosociales… que favorezcan la esfera relacional», continúa, haciendo hincapié en la importancia de un itinerario psicológico oncológico que implique también a los familiares, para crear un clima de cuidado y afecto. «Un entorno afectuoso, preparado y dispuesto a responder eficazmente a las necesidades del paciente, le permitirá superar las dificultades ligadas a la enfermedad, al tiempo que fomenta las emociones positivas» , concluye Agnesone. Sólo así se podrá ayudar a los enfermos de cáncer y devolver la merecida serenidad a las vidas afectadas.
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